quinta-feira, 12 de janeiro de 2012

POESÍA VERTICAL VI, 25


El silencio que queda entre dos palavras
no es el mismo silencio que envuelve una cabeza cuando cae,
ni tampoco el que estampa la presencia del árbol
cuando se apaga el incendio vespertino del viento.

Así como cada voz tiene un timbre y uma altura,
cada silencio tiene un registro y uma profundidad.
El silencio de un hombre es distinto del silencio de outro
y no es lo mismo callar un nombre que callar outro nombre.

Existe un alfabeto del silencio,
pero no nos han enseñado a deletrearlo.
Sin embargo, la lectura del silencio es la única durable,
tal vez más que el lector.